Una vez llegamos al final del sendero, bajamos por una soga para entrar. Dentro de la cueva apreciamos las formaciones de estalagmitas y estalactitas, los petroglifos taínos (y no taínos) y la presencia de murciélagos. El tramo dentro de la cueva es corto, pero obscuro, fangoso e inestable. Es esencial que lleven una linterna y zapatos cómodos y cerrados.
Finalmente comenzamos a ver algo de claridad y al final de la cueva nos encontramos con una gran apertura (que parece una ventana) con una vista espectacular. ¡Definitivamente vale la pena ir!
A la salida de la cueva tienen un grifo de agua para enjuagarse. También tienen una tiendita de comida llamada Ventana del Abacoa, donde venden jugos naturales, frappe, frutas, picadera, hamburguers, hot dogs, pechugas, entre otras.
*Por seguridad, no recomiendo que lleven niños muy pequeños (5+). El terreno dentro de la cueva es muy resbaloso y puede caerse. Además, no hay baranda/valla en la "ventana". Nosotros fuimos con nuestra niña de 3 años y se nos hizo un poco difícil.
Horario:
Costo:
$5 por persona (menores de 6 años no pagan).
Si no tiene linterna, las rentan a la entrada.
Estacionamiento:
$2, aunque muchas personas se estacionan gratuitamente en un puesto de gasolina que hay al lado.
¿Cómo llegar?
Expreso de Diego (22) desde San Juan, toma la salida 75B, la cual te lleva a la carretera # 10. Siga directo hasta que vea un puesto de gasolina Texaco a mano izquierda, justo al lado está Cueva Ventana.
*Todas las opiniones son mías. No recibí compensación por escribir este post.*
Nunca he ido, pero tengo muchos deseos de que mi familia, nos demos una escapadita para allá, pronto...
ReplyDeleteMe encantaría visitarla con mis hijos y mi esposo. De seguro que sería una gran aventura.
ReplyDeleteLennie y Glenda, anímense a ir. Verlo por fotos es una cosa, pero estar ahí es una experiencia única! :-)
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